viernes, 12 de abril de 2019

OTRA VEZ A LAS URNAS.


«Ser marxista es algo muy difícil […] mide la temperatura de su propio país, su circunstancia más inmediatamente práctica, con el objetivo de aclararla y actuar sobre ella. ¿Actuar para qué? Actuar para reventar las estructuras de la sociedad actual. ¿De qué modo, con qué método? El marxista tiene un método teórico general, que es la lucha de clases, pero para cada caso concreto tiene que inventar un método, adaptarlo a la circunstancia particular. Según sea esa circunstancia, el método será violento o pacífico. Ya oigo venir a los que dicen: esto es una justificación del terrorismo. No: un marxista no justifica el terrorismo […] en los textos de Marx no hay nada, absolutamente nada que justifique la creación de un Estado totalitario, ideológica y prácticamente terrorista […] la “dictadura del proletariado” fue vista como una mera transición, no como un fin en sí; […] Los que no leyeron a Marcuse por moda, recordarán su modo de definir la sociedad industrial avanzada: “el terror dulce” […] la santa rabia del Che Guevara cuando habló del “terror planificado” […] tienen que desaparecer la división del trabajo, la propiedad privada (no sólo la material sino también la de las ideas) y la producción mercantil y monetaria […] los marxistas son pocos, pues no todo el mundo está dispuesto a adoptar una posición intelectual que representa prácticamente la guerra contra todo lo existente. […] la esencia del marxismo es la transformación, la revolución, el cambio de las condiciones históricas de esa masa humana, sea cual fuere su actual “signo ideológico”, Sé que todo esto, en el aspecto político, suena a anarquismo. Y lo es, si por anarquismo se entiende la voluntad de cambiar toda arché o poder existente. Y también es terrorismo, si por terrorismo se entiende defendernos con las mismas armas del adversario».
Elaborado por el colectivo internacionalista Pakito Arriaran.
¡¡Si, volvemos a las urnas!! Nos da la impresión que hemos arados en el mar. Pero, si así fuere, nunca hay que perder la esperanza en la utopía desde donde los hombre/mujeres tenemos la obligación de alimentarnos.
Durante muchos años se estuvo luchando en circunstancia muy diferentes a los momentos actuales. Se luchaba contra un régimen totalitario y opresor. No nos importaba enfrentarnos a quien fuera. El único objetico era conseguir la libertad y eliminar la explotación del hombre por el hombre. Tener derecho a la vida. Ser felices en una sociedad en la que se nos negaba hasta el derecho de existir como personas. ¡¡Régimen bárbaro y fascista!!
Muchos/as fueron los/as que se quedaron en el camino por conseguir los frutos de esa lucha imperecedera por una sociedad mejor y más justa.
Hasta la muerte del dictador.
Los trabajadores siempre hemos sido la columna vertebral de toda sociedad que se aspire  a mejor.
Por los años 80-90 estábamos en las calles enfrentándonos el sistema que nos impusieron desde los años 1978. La mayor traición a los trabajadores y pueblo en general. Mientras, los trabajadores unidos haciendo nuestras huelgas, empresariales, locales, provinciales y hasta a nivel nacional con unas huelgas que nos sentíamos dueños y señor de nuestro futuro porque nos las imponíamos para procurar dejar un mejor mundo para las futuras generaciones.
Muchas carreras. Muchas palizas de las policías. Muchos enfrentamientos hasta con nuestras familias. Muchas discusiones hasta con nuestros propios compañeros de clases. Muchos desprecios por los que mandaban por entonces. Muchos compañeros/as cayeron en esa lucha contra un régimen opresor.
Se nos acusaba, incluso, de estar al servicio de la internacional comunista. Como si fuera un delito, si así fuera.
Esto sucedía con unos gobiernos que se nos decía que eran de “izquierda”. Ese, al que nos referimos se llama “PSOE”. Políticamente ha sido el mayor traidor de los traidores.
Por este mes volvemos a las urnas. El movimiento obrero totalmente desarticulado.
No existe. Así nos va.
Los partidos políticos nos utilizan como si solamente tuviéramos fuerza para depositar un trocito de papel en una caja de cartón. Cada cuatro años. No hay  más “democracia” durante el periodo de esos cuatro años. No hay un partido político que nos pueda representar. Nos creemos todas las mentiras que nos dice y hasta llenamos los lugares  de concentración como si de corderito se tratara.
Para colmo unos son de derecha, el “PSOE”, otro no sabemos lo que es “Podemos” y los demás son tres partidos de extrema derecha. Uno el “Partido Popular”. Y los otros dos “Ciudadanos” y “Vox” son hijos de la misma madre y padre. Es decir del “PP”. Lo que viene a decir, el fascismo puro y duro.
No hay un partido de los que han gobernado en los últimos años que no nos haya robado. Todos son unos bandidos ladrones y nosotros les damos el voto para que sigan robándonos.
¿Y los trabajadores? ¡¡Algarete!! Votando a sus propios enemigos de clase.
¡¡¿Vale aquello de como decía Confucio, "cada pueblo tiene los dirigentes que se le parece"?!!
¡¡COMPAÑEROS/AS!!
 O VOLVEMOS A NUESTRO LUGAR DE ORIGEN  O NOS LA SEGUIRAN DANDO EN EL MISMO LUGAR.
Todos están, más o menos, cortados por la misma tijera. Cada uno defienden sus interés pero nunca los nuestros. Ellos se “insultan” y nosotros nos las creemos. Ese es el juego de la “democracia” burguesa neoliberal. Traidora a nuestros intereses.
Terminada las elecciones se dan la mano. ¿Y nosotros? Temiendo que nos quiten la pensión que tenemos ganadas por nuestro trabajo y cotizado. Que nos hipoteque la casa. Que nos quiten el puesto de trabajo. Que nos quiten el derecho de nuestros hijos de ir a la escuela gratis. Que nos privatice la salud.
Hace 25 años (1994) Felipe González, quien nos gobernaba por entonces, le encarga un estudio sociológico a James Petras (Sociólogo norteamericano) sobre la situación del mundo social en todo el país. Ese informe estuvo secuestrado en la mesa de despacho hasta que fue filtrado y se publicó en un periódico de izquierda de entonces que se llamaba “Ajo Blanco”: ¿Resultado?: “En el futuro se verán los hijos y los padres peleándose por un puesto de trabajo”. Es lo que han conseguido todos estos testaferros mangantes de la política que nos sigue exprimiendo y robándonos nuestros derechos más elementales, como es el buen vivir.
“Es la hora de los hornos, en que no ha de verse más que la luz” (José Martí)
¡¡VIVA LA REPUBLICA!!
Saludos republicanos.
La Habana, 12-04-19
Manuel Trujillo Artiles

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