miércoles, 14 de diciembre de 2016

¡¡LA “POSICIÓN COMÚN” (BLOQUEO A CUBA) A LA MIERDA!!



AZNAR, VARGA LLOSA, RAJOY Y TODO LO QUE ES EL PSOE, COMO ASI MISMO TODO EL PARLAMENTO EUROPEO (A EXENCIÓN DE HONROSOS/AS PARLAMENTARIOS/AS EUROPEOS) AL  ESTERCOLERO DE LA HISTORIA. ¡¡POR FASCISTAS!!

Pudiera tener otros calificativos más fuertes…Pero no queremos ser groseros con estos elementos. Sus madres deben ser buenas aunque hayan madres que paren hijos que no merecen vivir. Tenían que haber parido unos sacos de basuras.

¡¡OTRA VICTORIA DE FIDEL!! Y EL DEL PUEBLO CUBANO

LA MÁXIMA DEL COMANDANTE JUAN ALMEIDA BOSQUE:
“Aquí no se rinde nadie, ¡¡Carajo!!”

El 26 de julio del año 2000, poco antes de terminar el gobierno de Bill Clinton, Fidel afirmó:
“Sueñan los teóricos y agoreros de la política imperial que la Revolución, que no pudo ser destruida con tan pérfidos y criminales procedimientos, podría serlo mediante métodos seductores como el que han dado en bautizar como “política de contactos pueblo a pueblo”. Pues bien: estamos dispuestos a aceptar el reto, pero jueguen limpio, cesen en sus condicionamientos, eliminen la Ley asesina de Ajuste Cubano, la Ley Torricelli, la Ley Helms-Burton, las decenas de enmiendas legales aunque inmorales, injertadas oportunistamente en su legislación; pongan fin por completo al bloqueo genocida y la guerra económica; respeten el derecho constitucional de sus estudiantes, trabajadores, intelectuales, hombres de negocio y ciudadanos en general a visitar nuestro país, hacer negocios, comerciar e invertir, si lo desean, sin limitaciones ni miedos ridículos, del mismo modo que nosotros permitimos a nuestros ciudadanos viajar libremente e incluso residir en Estados Unidos, y veremos si por esas vías pueden destruir la Revolución cubana, que es en definitiva el objetivo que se proponen.
“Sin ánimos de perturbar los dulces sueños de los que esto último piensan, cumplo el cortés deber de advertirles que la Revolución cubana no podrá ser destruida ni por la fuerza ni por la seducción.”
¡Qué hermosa sería una revolución -decía Andrés a su patrona-, no una revolución de oradores y de miserables charlatanes, sino una revolución de verdad!

BRUNO RODRÍGUEZ: ACUERDO CON UE CONTRIBUIRÁ A ENRIQUECER RELACIÓN HISTÓRICA Y CULTURALMENTE INTENSA

Discurso del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla ante el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, durante la ceremonia de firma del ADPC Cuba-UE. Bruselas, 12 de diciembre de 2016.
Excma. Sra. Federica Mogherini, Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad y Vicepresidenta de la Comisión Europea:
Excmo. Sr. Miroslav Lajcak (Miroslaf Laichac), Ministro de Asuntos Exteriores y Europeos de la República Eslovaca, presidente semestral del Consejo:
Excelentísimos Señores Ministros de Asuntos Extranjeros de los Estados miembros:
El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación  entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados Miembros que ahora firmaremos, seguramente contribuirá a enriquecer una relación histórica y culturalmente intensa y a desarrollar en mayor medida los vínculos políticos, culturales, comerciales, financieros, científicos, académicos, deportivos y de cooperación.
Ello sería bilateralmente provechoso  y aportaría además una modesta contribución al equilibrio, el entendimiento, la justicia y la paz en esta época convulsa, de crecientes peligros para la especie humana.
Este Acuerdo demuestra también que con buena voluntad y respeto recíproco es posible entenderse y avanzar en  beneficio mutuo, por encima de las diferencias.
En enero del 2014, en La Habana, los Jefes de Estado y Gobierno de “Nuestra América”, bolivariana y martiana, firmaron la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, para comprometernos a que “las diferencias entre las naciones se resuelvan de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación u otras formas de solución, y en plena consonancia con el Derecho Internacional”, a cooperar para enfrentar los retos y solucionar los problemas, a respetar “el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones”, a cumplir nuestra “obligación de no intervenir directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado  y a observar los principios de soberanía nacional, igualdad de derechos  y la libre determinación de los pueblos”, a “practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos” y a respetar “los principios y normas del Derecho Internacional (…)  y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.
La Proclama también insta  “a todos los Estados miembros de la comunidad internacional a respetar plenamente esta declaración en sus relaciones con los Estados miembros de la CELAC”.
Así tratamos a los demás y así queremos ser tratados. Es la base para lograr una  convivencia civilizada y provechosa entre las naciones, independientemente de sus dimensiones, modelos sociopolíticos y niveles de desarrollo.
Un aspecto fundamental del Acuerdo que firmaremos es precisamente el compromiso con esas bases.
Cuba, desde fecha muy cercana al establecimiento de sus relaciones diplomáticas con las entonces Comunidades Europeas,  en 1988,  expresó su disposición a trabajar en la negociación de un acuerdo de esta naturaleza.
Fue significativo y fructífero el diálogo, veinte años después, con la Presidencia francesa de la Unión y los acuerdos o declaraciones firmadas posteriormente con la gran mayoría de sus miembros.
Llegamos a este resultado tras recorrer un largo camino y superar obstáculos que crearon desconfianza y afectaron los vínculos entre Cuba y la Unión Europea.
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en su trascendental  discurso del 26 de julio del año  2003, expresó: “Cuando la Unión Europea se creó, lo aplaudimos, porque era lo único inteligente y útil que podían hacer como contrapeso ante el hegemonismo de su poderoso aliado militar y competidor económico (…) También aplaudimos el euro como algo conveniente para la economía mundial frente al poder asfixiante y casi absoluto del dólar”.
En esa misma comparecencia, dijo: “la soberanía y la dignidad de un pueblo no se discuten con nadie”.
Este acto es asimismo resultado de la perseverancia y de la razón.
Es apremiante construir un mundo democrático y multipolar para salvar a la Humanidad.
Para lograrlo, será indispensable consagrarse a la defensa de la paz, conscientes de la conexión entre la paz y el desarrollo, del imperativo de eliminar la pobreza, de ir a las raíces de los problemas actuales, de garantizar la dignidad y todos los derechos humanos a todas las personas  en el Norte y en el Sur, de detener la amenaza de las armas nucleares y del cambio climático.
Existen oportunidades y condiciones particularmente  favorables, pese a la aplicación extraterritorial del persistente bloqueo estadounidense a Cuba, para que la Unión Europea y los  países que la integran tengan un peso  mayor  en nuestros planes de desarrollo. Los vínculos económicos con Europa continuarán siendo para Cuba, en cualquier caso, una prioridad  en la construcción de una economía  socialista  eficiente  y sostenible.
Como señaló el presidente Raúl Castro Ruz, en febrero del 2016, durante su visita de Estado a la República Francesa, estamos abiertos a la construcción de una nueva etapa en las relaciones entre la Unión Europea y Cuba, sobre bases de respeto y reciprocidad.
Deseo reconocer el empuje fraterno de fuerzas políticas, personalidades, movimientos sociales y organizaciones de solidaridad de Europa, así como el aporte de varios líderes y representantes de gobiernos europeos, algunos que ya no están entre nosotros, en el complejo proceso de construir una mejor relación entre la UE y Cuba.
También reconocen el impulso de las compañías europeas que nos acompañaron en los momentos más difíciles.
Debo igualmente destacar el trabajo profesional y rigoroso de los respectivos equipos negociadores de este Acuerdo en particular Christian Leffler y Abelardo Moreno y la posición  constructiva  asumida  por el Servicio Europeo de Acción Exterior y  la Comisión Europea.
Me complace expresar especial reconocimiento y gratitud a la  Alta Representante, estimada Federica Mogherini, por su decisiva contribución a este exitoso resultado.
Muchas gracias.
Cubadebate: 12-12-16
La Habana, 14-12-16
Manuel Trujillo Artiles

Nota: La historia de la “posición común”:

La década de 1990 fue la etapa más difícil en Cuba luego del triunfo de la Revolución. Tras la caída del Campo Socialista, la Isla perdió su principal mercado y entró en una profunda crisis económica. En ese contexto, el mundo dio por finalizado el socialismo en Cuba y los políticos de Estados Unidos aprovecharon para dar el “golpe de gracia” al intensificar el bloqueo y aumentar el apoyo a los detractores del gobierno cubano.
En esos años se aprobaron dos leyes en EE.UU. que limitaban aún más el comercio internacional: la Ley Torricelli de 1992 y la Helms-Bulton de 1996. Esta última tras el derribo de dos aviones norteamericanos que invadían territorio cubano. Pero ¿qué tiene que ver todo esto con Europa?
En ese mismo año, 1996, el por entonces presidente de España y líder del Partido Popular (PP), José María Aznar, lideraba a quienes insistían en la UE para aprobar la posición común. Tuvieron éxito y el bloque se unió a los Estados Unidos para dejar a Cuba todavía más aislada. Por supuesto, las leyes norteamericanas, las campañas mediáticas y el peso internacional de ese país, influyeron en la decisión.
La posición común limitaba, aunque no erradicaba, el comercio y el intercambio entre Cuba y la UE, que habían establecido relaciones en 1988. Al inicio de 2003, la Isla renunció a la cooperación oficial de la UE, tras el anuncio de esta organización de reducir su ayuda humanitaria, que había sido de 3,6 millones de dólares en el 2000, 8,5 millones el curso siguiente y había descendido a 600 mil dólares en 2002. Fidel explicaba las razones en su discurso del 26 de julio de ese año:
“Es verdaderamente indignante pretender presionar e intimidar a Cuba con esas medidas. Cuba, país pequeño, asediado y bloqueado, no sólo ha sido capaz de sobrevivir, sino también de ayudar a muchos países del Tercer Mundo, explotados durante siglos por metrópolis europeas. (…)
El gobierno de Cuba, por elemental sentido de dignidad, renuncia a cualquier ayuda o resto de ayuda humanitaria que pueda ofrecer la Comisión y los gobiernos de la Unión Europea. Nuestro país sólo aceptaría este tipo de ayuda, por modesta que fuese, de las autonomías regionales o locales, de las Organizaciones No Gubernamentales y movimientos de solidaridad, que no imponen a Cuba condicionamientos políticos"
Como recordaba Bruno Rodríguez en su discurso en Bruselas tras la firma del Acuerdo, en 2008, durante la presidencia francesa de la UE, hubo un viraje en la postura del bloque hacia a Cuba y recomenzó el acercamiento entre ambas partes que había sido interrumpido en 1996.
Así, en 2014 inició un proceso que tuvo siete rondas de negociaciones y que en marzo del presente año se dio por concluido y fue inicialado en La Habana por Christian Leffler, secretario general adjunto para Asuntos Económicos y Globales del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE y Abelardo Moreno, viceministro cubano de Relaciones Exteriores.
El pasado 11 de marzo, la Alta Representante Federica Mogherini, a quien Bruno Rodríguez ha agradecido en varias ocasiones por su activo papel en este proceso, expresaba en su segunda visita a Cuba:

"Estamos de acuerdo en que el embargo de los Estados Unidos está totalmente obsoleto. El bloqueo es una medida que pertenece a otro siglo. Ahora las prioridades son el diálogo y la cooperación, desde luego el bloqueo es un obstáculo que tiene que terminarse. Sus efectos extraterritoriales son ilegales. La posición de la Unión Europea es clara: necesitamos que las empresas europeas no sean penalizadas. Trabajaremos con determinación para terminar con esta política que afecta la actividad económica y el desarrollo, y causa daños a la sociedad cubana. (…)
Estoy aquí para celebrar un paso histórico en nuestras relaciones. El acuerdo marcará una nueva fase de los vínculos bilaterales entre la Unión Europea y Cuba"
La posición común, debilitamiento
En los últimos ocho años Cuba retomó los vínculos con varios estados miembros de la UE. Como se explicaba al inicio, antes de la firma del acuerdo de este 12 de diciembre, el país caribeño ya había formalizado el diálogo político con 24 de los 28 países que componen la organización del viejo continente. Solo restaban Dinamarca, Malta, Lituania y Estonia. Además, había reiniciado la cooperación con 22 de ellos, exceptuando los cuatro anteriores más Lituania y Bulgaria.
Por tanto, la posición común se convirtió en un grupo de papeles firmados años atrás y carentes de significado en la actualidad. Incluso, en espacios como la Feria Internacional de La Habana (FIHAV), Europa, en especial España, Alemania, Portugal, Francia, Bélgica e Italia, tienen en cada edición un papel activo para fomentar el comercio con Cuba y varios jefes de Estado y líderes de la UE han visitado la Isla recientemente.
La firma de Bruselas oficializa una normalización que existía de facto. Es un triunfo para Cuba, que mantiene su sistema socialista sin permitir intromisiones y demuestra que todas las políticas de aislamiento contra la Revolución han terminado en fracaso.

Embajadores de la UE se reúnen en sede cubana
Este lunes diplomáticos de la UE y Cuba se reunieron en la sede de esa organización en la Isla para realzar la firma del acuerdo. Embajadores y representantes de los Estados Miembros participaron e intercambiaron con la prensa.
El ministro consejero y jefe de la sección política de la Delegación de la UE en La Habana, Alain Bothorel, reafirmó que la firma fue un momento esperado por muchos años para las relaciones entre Cuba y el bloque. Recordó que ahora el acuerdo debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y los poderes legislativos de los 28 integrantes del bloque, aunque desde este mismo instante la mayor parte del texto se aplica de manera provisional.
Con información del periódico digital Cubadebate.

Otra Nota: El fulano de José María Aznar no le bastó este intento de humillar a los cubanos sino que luego mandó a matar a  niños/as, ancianos/as, mujeres y hombres en Irak. Lo triste es que este elemento siga paseándose por el mundo libre sin juicio por crimines de lesa humanidad.

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