AZNAR,
VARGA LLOSA, RAJOY Y TODO LO QUE ES EL PSOE, COMO ASI MISMO TODO EL PARLAMENTO
EUROPEO (A EXENCIÓN DE HONROSOS/AS PARLAMENTARIOS/AS EUROPEOS) AL ESTERCOLERO DE LA HISTORIA. ¡¡POR FASCISTAS!!
Pudiera
tener otros calificativos más fuertes…Pero no queremos ser groseros con estos
elementos. Sus madres deben ser buenas aunque hayan madres que paren hijos que
no merecen vivir. Tenían que haber parido unos sacos de basuras.
¡¡OTRA VICTORIA DE FIDEL!! Y EL DEL PUEBLO
CUBANO
LA MÁXIMA DEL COMANDANTE JUAN ALMEIDA
BOSQUE:
“Aquí no se rinde nadie, ¡¡Carajo!!”
El 26 de julio del
año 2000, poco antes de terminar el gobierno de Bill Clinton, Fidel afirmó:
“Sueñan los teóricos y
agoreros de la política imperial que la Revolución, que no pudo ser destruida
con tan pérfidos y criminales procedimientos, podría serlo mediante métodos
seductores como el que han dado en bautizar como “política de contactos pueblo a
pueblo”. Pues bien: estamos dispuestos a aceptar el reto, pero jueguen limpio,
cesen en sus condicionamientos, eliminen la Ley asesina de Ajuste Cubano, la
Ley Torricelli, la Ley Helms-Burton, las decenas de enmiendas legales aunque
inmorales, injertadas oportunistamente en su legislación; pongan fin por
completo al bloqueo genocida y la guerra económica; respeten el derecho
constitucional de sus estudiantes, trabajadores, intelectuales, hombres de
negocio y ciudadanos en general a visitar nuestro país, hacer negocios,
comerciar e invertir, si lo desean, sin limitaciones ni miedos ridículos, del
mismo modo que nosotros permitimos a nuestros ciudadanos viajar libremente e
incluso residir en Estados Unidos, y veremos si por esas vías pueden destruir
la Revolución cubana, que es en definitiva el objetivo que se proponen.
“Sin ánimos de
perturbar los dulces sueños de los que esto último piensan, cumplo el cortés
deber de advertirles que la Revolución cubana no podrá ser destruida ni por la
fuerza ni por la seducción.”
¡Qué hermosa sería
una revolución -decía Andrés a su patrona-, no una revolución de oradores y de
miserables charlatanes, sino una revolución de verdad!
BRUNO RODRÍGUEZ: ACUERDO CON UE CONTRIBUIRÁ A ENRIQUECER RELACIÓN HISTÓRICA Y CULTURALMENTE INTENSA
Discurso del Ministro
de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla ante el Consejo de
Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, durante la ceremonia de
firma del ADPC Cuba-UE. Bruselas, 12 de diciembre de 2016.
Excma. Sra. Federica
Mogherini, Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad y
Vicepresidenta de la Comisión Europea:
Excmo. Sr. Miroslav
Lajcak (Miroslaf Laichac), Ministro de Asuntos Exteriores y Europeos de la
República Eslovaca, presidente semestral del Consejo:
Excelentísimos
Señores Ministros de Asuntos Extranjeros de los Estados miembros:
El Acuerdo de Diálogo
Político y Cooperación entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados
Miembros que ahora firmaremos, seguramente contribuirá a enriquecer una
relación histórica y culturalmente intensa y a desarrollar en mayor medida los
vínculos políticos, culturales, comerciales, financieros, científicos,
académicos, deportivos y de cooperación.
Ello sería
bilateralmente provechoso y aportaría además una modesta contribución al
equilibrio, el entendimiento, la justicia y la paz en esta época convulsa, de
crecientes peligros para la especie humana.
Este Acuerdo
demuestra también que con buena voluntad y respeto recíproco es posible entenderse
y avanzar en beneficio mutuo, por encima de las diferencias.
En enero del 2014, en
La Habana, los Jefes de Estado y Gobierno de “Nuestra América”, bolivariana y
martiana, firmaron la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de
Paz, para comprometernos a que “las diferencias entre las naciones se resuelvan
de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación u otras formas de
solución, y en plena consonancia con el Derecho Internacional”, a cooperar para
enfrentar los retos y solucionar los problemas, a respetar “el derecho
inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y
cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre
las naciones”, a cumplir nuestra “obligación de no intervenir directa o
indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y a
observar los principios de soberanía nacional, igualdad de derechos y la
libre determinación de los pueblos”, a “practicar la tolerancia y convivir en
paz como buenos vecinos” y a respetar “los principios y normas del Derecho
Internacional (…) y los principios y propósitos de la Carta de las
Naciones Unidas”.
La Proclama también
insta “a todos los Estados miembros de la comunidad internacional a
respetar plenamente esta declaración en sus relaciones con los Estados miembros
de la CELAC”.
Así tratamos a los
demás y así queremos ser tratados. Es la base para lograr una convivencia
civilizada y provechosa entre las naciones, independientemente de sus
dimensiones, modelos sociopolíticos y niveles de desarrollo.
Un aspecto
fundamental del Acuerdo que firmaremos es precisamente el compromiso con esas
bases.
Cuba, desde fecha muy
cercana al establecimiento de sus relaciones diplomáticas con las entonces
Comunidades Europeas, en 1988, expresó su disposición a trabajar en
la negociación de un acuerdo de esta naturaleza.
Fue significativo y
fructífero el diálogo, veinte años después, con la Presidencia francesa de la
Unión y los acuerdos o declaraciones firmadas posteriormente con la gran
mayoría de sus miembros.
Llegamos a este
resultado tras recorrer un largo camino y superar obstáculos que crearon
desconfianza y afectaron los vínculos entre Cuba y la Unión Europea.
El Comandante en Jefe
Fidel Castro Ruz, en su trascendental discurso del 26 de julio del
año 2003, expresó: “Cuando la Unión Europea se creó, lo aplaudimos,
porque era lo único inteligente y útil que podían hacer como contrapeso ante el
hegemonismo de su poderoso aliado militar y competidor económico (…) También aplaudimos
el euro como algo conveniente para la economía mundial frente al poder
asfixiante y casi absoluto del dólar”.
En esa misma
comparecencia, dijo: “la soberanía y la dignidad de un pueblo no se discuten
con nadie”.
Este acto es asimismo
resultado de la perseverancia y de la razón.
Es apremiante
construir un mundo democrático y multipolar para salvar a la Humanidad.
Para lograrlo, será
indispensable consagrarse a la defensa de la paz, conscientes de la conexión
entre la paz y el desarrollo, del imperativo de eliminar la pobreza, de ir a
las raíces de los problemas actuales, de garantizar la dignidad y todos los
derechos humanos a todas las personas en el Norte y en el Sur, de detener
la amenaza de las armas nucleares y del cambio climático.
Existen oportunidades
y condiciones particularmente favorables, pese a la aplicación
extraterritorial del persistente bloqueo estadounidense a Cuba, para que la
Unión Europea y los países que la integran tengan un peso
mayor en nuestros planes de desarrollo. Los vínculos
económicos con Europa continuarán siendo para Cuba, en cualquier caso, una
prioridad en la construcción de una economía socialista
eficiente y sostenible.
Como señaló el
presidente Raúl Castro Ruz, en febrero del 2016, durante su visita de Estado a
la República Francesa,
estamos abiertos a la construcción de una nueva etapa en las relaciones entre
la Unión Europea y Cuba, sobre bases de respeto y reciprocidad.
Deseo reconocer el
empuje fraterno de fuerzas políticas, personalidades, movimientos sociales y
organizaciones de solidaridad de Europa, así como el aporte de varios líderes y
representantes de gobiernos europeos, algunos que ya no están entre nosotros,
en el complejo proceso de construir una mejor relación entre la UE y Cuba.
También reconocen el
impulso de las compañías europeas que nos acompañaron en los momentos más
difíciles.
Debo igualmente
destacar el trabajo profesional y rigoroso de los respectivos equipos
negociadores de este Acuerdo en particular Christian Leffler y Abelardo Moreno
y la posición constructiva asumida por el Servicio Europeo de
Acción Exterior y la Comisión Europea.
Me complace expresar
especial reconocimiento y gratitud a la Alta Representante, estimada
Federica Mogherini, por su decisiva contribución a este exitoso resultado.
Muchas gracias.
Cubadebate: 12-12-16
La Habana, 14-12-16
Manuel Trujillo
Artiles
Nota: La historia de la “posición común”:
La década de 1990 fue la etapa más difícil en Cuba luego del triunfo de la Revolución. Tras la caída del Campo Socialista, la Isla perdió su principal mercado y entró en una profunda crisis económica. En ese contexto, el mundo dio por finalizado el socialismo en Cuba y los políticos de Estados Unidos aprovecharon para dar el “golpe de gracia” al intensificar el bloqueo y aumentar el apoyo a los detractores del gobierno cubano.
En
esos años se aprobaron dos leyes en EE.UU. que limitaban aún más el comercio internacional:
la Ley Torricelli de 1992 y la Helms-Bulton de 1996. Esta última tras el
derribo de dos aviones norteamericanos que invadían territorio cubano. Pero
¿qué tiene que ver todo esto con Europa?
En
ese mismo año, 1996, el por entonces presidente de España y líder del Partido
Popular (PP), José María Aznar, lideraba a quienes insistían en la UE para
aprobar la posición común. Tuvieron éxito y el bloque se unió a los Estados
Unidos para dejar a Cuba todavía más aislada. Por supuesto, las leyes norteamericanas,
las campañas mediáticas y el peso internacional de ese país, influyeron en la
decisión.
La
posición común limitaba, aunque no erradicaba, el comercio y el intercambio
entre Cuba y la UE, que habían establecido relaciones en 1988. Al inicio de 2003,
la Isla renunció a la cooperación oficial de la UE, tras el anuncio de esta
organización de reducir su ayuda humanitaria, que había sido de 3,6 millones de
dólares en el 2000, 8,5 millones el curso siguiente y había descendido a 600
mil dólares en 2002. Fidel explicaba las razones en su discurso del 26 de julio
de ese año:
“Es
verdaderamente indignante pretender presionar e intimidar a Cuba con esas
medidas. Cuba, país pequeño, asediado y bloqueado, no sólo ha sido capaz de
sobrevivir, sino también de ayudar a muchos países del Tercer Mundo, explotados
durante siglos por metrópolis europeas. (…)
El
gobierno de Cuba, por elemental sentido de dignidad, renuncia a cualquier ayuda
o resto de ayuda humanitaria que pueda ofrecer la Comisión y los gobiernos de
la Unión Europea. Nuestro país sólo aceptaría este tipo de ayuda, por modesta
que fuese, de las autonomías regionales o locales, de las Organizaciones No
Gubernamentales y movimientos de solidaridad, que no imponen a Cuba
condicionamientos políticos"
Como
recordaba Bruno Rodríguez en su discurso en Bruselas tras la firma del Acuerdo,
en 2008, durante la presidencia francesa de la UE, hubo un viraje en la postura
del bloque hacia a Cuba y recomenzó el acercamiento entre ambas partes que
había sido interrumpido en 1996.
Así,
en 2014 inició un proceso que tuvo siete rondas de negociaciones y que en marzo
del presente año se dio por concluido y fue inicialado en La Habana por
Christian Leffler, secretario general adjunto para Asuntos Económicos y
Globales del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE y Abelardo Moreno,
viceministro cubano de Relaciones Exteriores.
El
pasado 11 de marzo, la Alta Representante Federica Mogherini, a quien Bruno
Rodríguez ha agradecido en varias ocasiones por su activo papel en este
proceso, expresaba en su segunda visita a Cuba:
"Estamos de acuerdo en que el embargo de los Estados Unidos está totalmente obsoleto. El bloqueo es una medida que pertenece a otro siglo. Ahora las prioridades son el diálogo y la cooperación, desde luego el bloqueo es un obstáculo que tiene que terminarse. Sus efectos extraterritoriales son ilegales. La posición de la Unión Europea es clara: necesitamos que las empresas europeas no sean penalizadas. Trabajaremos con determinación para terminar con esta política que afecta la actividad económica y el desarrollo, y causa daños a la sociedad cubana. (…)
"Estamos de acuerdo en que el embargo de los Estados Unidos está totalmente obsoleto. El bloqueo es una medida que pertenece a otro siglo. Ahora las prioridades son el diálogo y la cooperación, desde luego el bloqueo es un obstáculo que tiene que terminarse. Sus efectos extraterritoriales son ilegales. La posición de la Unión Europea es clara: necesitamos que las empresas europeas no sean penalizadas. Trabajaremos con determinación para terminar con esta política que afecta la actividad económica y el desarrollo, y causa daños a la sociedad cubana. (…)
Estoy
aquí para celebrar un paso histórico en nuestras relaciones. El acuerdo marcará
una nueva fase de los vínculos bilaterales entre la Unión Europea y Cuba"
La
posición común, debilitamiento
En
los últimos ocho años Cuba retomó los vínculos con varios estados miembros de
la UE. Como se explicaba al inicio, antes de la firma del acuerdo de este 12 de
diciembre, el país caribeño ya había formalizado el diálogo político con 24 de
los 28 países que componen la organización del viejo continente. Solo restaban
Dinamarca, Malta, Lituania y Estonia. Además, había reiniciado la cooperación
con 22 de ellos, exceptuando los cuatro anteriores más Lituania y Bulgaria.
Por
tanto, la posición común se convirtió en un grupo de papeles firmados años
atrás y carentes de significado en la actualidad. Incluso, en espacios como la
Feria Internacional de La Habana (FIHAV), Europa, en especial España, Alemania,
Portugal, Francia, Bélgica e Italia, tienen en cada edición un papel activo
para fomentar el comercio con Cuba y varios jefes de Estado y líderes de la UE
han visitado la Isla recientemente.
La
firma de Bruselas oficializa una normalización que existía de facto. Es un
triunfo para Cuba, que mantiene su sistema socialista sin permitir
intromisiones y demuestra que todas las políticas de aislamiento contra la
Revolución han terminado en fracaso.
Embajadores de la UE se reúnen en sede cubana
Embajadores de la UE se reúnen en sede cubana
Este
lunes diplomáticos de la UE y Cuba se reunieron en la sede de esa organización
en la Isla para realzar la firma del acuerdo. Embajadores y representantes de
los Estados Miembros participaron e intercambiaron con la prensa.
El
ministro consejero y jefe de la sección política de la Delegación de la UE en
La Habana, Alain Bothorel, reafirmó que la firma fue un momento esperado por
muchos años para las relaciones entre Cuba y el bloque. Recordó que ahora el
acuerdo debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y los poderes
legislativos de los 28 integrantes del bloque, aunque desde este mismo instante
la mayor parte del texto se aplica de manera provisional.
Con información del
periódico digital Cubadebate.
Otra Nota: El
fulano de José María Aznar no le bastó este intento de humillar a los cubanos sino
que luego mandó a matar a niños/as,
ancianos/as, mujeres y hombres en Irak. Lo triste es que este elemento siga paseándose
por el mundo libre sin juicio por crimines de lesa humanidad.
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